«Papá, ¿cuándo me llevarás a conocer tu trabajo?» es una pregunta recurrente entre los más chicos, cuya respuesta encontró durante las últimas vacaciones de invierno un grupo de niños de la Región de Atacama, gracias a la iniciativa del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol (Senda).

En el marco de la implementación del programa Trabajar con Calidad de Vida, hijos y nietos de los empleados de Agrícola Don Alfonso conocieron los procesos y las características de las labores que allí se realizas, que es la producción de uvas de exportación.

La actividad comenzó con un desayuno para los menores, provenientes de Copiapó y la localidad cercana de Los Loros. Luego, el jefe de Operaciones de Agrícola Don Alfonso, Rodrigo Aguilera, les contó sobre el sistema de regadío y la importancia del agua, que se extrae desde una napa subterránea ubicada a 130 metros de profundidad.

“Esto fue algo totalmente diferente a lo que uno acostumbra, bonito por lo demás, porque estamos acostumbrados a mostrarles esto a las visitas, gente del extranjero y compradores, que son todos adultos. Explicar lo mismo a los niños era un desafío, por lo que fue una tarea importante”, sostuvo el funcionario.

Luego, los pequeños pudieron ver de cerca los paneles fotovoltaicos con los cuales trabaja la empresa y la trascendencia del ahorro de energía. Especialmente sorprendidos se mostraron los niños al saber que 12 celdas pueden abastecer de energía a una casa con un consumo promedio.

El paseo culminó con una entretenida competencia de dibujos, inspirados en lo que habían observado durante el día. El ganador fue Cristián Tapia, quien elaboró un esquema del lugar agregando el concepto del cuidado del sol. Una bicicleta para acrobacias, tablets y reproductores de mp3 fueron los premios para los primeros lugares, aunque hubo estímulos para todos los participantes.

La directora regional del Senda, Martha Palma, celebró la decisión de retomar este tipo de iniciativas, puesto que sus resultados son bastantes positivos, pues mejoran el clima laboral, potencian la identificación con la empresa e integran a las familias, algo esencial en la tarea de prevención.

La intervención de este servicio del Estado en las empresas consiste en un diagnóstico y la posterior aplicación de un programa para prevenir el consumo de drogas y alcohol, todo lo cual se traduce en un mejor ambiente interno y un aumento de la productividad.

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