El Programa de Tratamiento Ambulatorio Intensivo, que es ejecutado por Fundación Despertar y financiado por SENDA, atiende mensualmente a 24 personas mayores de 18 años en la comuna de Caldera.
A través de un taller sobre la historia del centro y una instancia recreativa junto a las y los usuarios, el equipo del Programa de Tratamiento Ambulatorio (PAI) Madre Victoria celebró su 13° aniversario. Desde la dirección regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) Atacama se reconoció el enfoque humano y el compromiso del equipo con los procesos terapéuticos de las personas.
Respecto a la iniciativa, la directora técnica del centro, Katherine Cruz, señaló que “quisimos reforzar el sentido de pertenencia de las y los usuarios con el programa y evitar el estigma del hecho de estar en proceso de tratamiento por el consumo de drogas y alcohol”. Además, comentó que durante la celebración las personas “plasmaron a través de algunos diseños en un lienzo lo que significa el programa para ellos, lo cual quedó acá para que cuando vengan puedan verlo y se sientan acogidos”.
En tanto, la directora regional de SENDA Atacama, Martha Palma Pizarro, reconoció el compromiso del equipo y la atención que brinda en cada proceso de recuperación. “Es un equipo que participa constantemente en actividades en terreno, donde entrega orientación a la comunidad y que se adapta a la situación de cada usuario a fin de resguardar la continuidad de los procesos”, señaló.
Un centro que da vida
El programa de tratamiento ambulatorio intensivo Madre Victoria comenzó el 13 de abril del año 2012 en Caldera, su nombre hace honor a una religiosa belga que llegó el puerto en el año 1969, donde permaneció durante 22 años visitando a personas enfermas y cumpliendo labores de partera.
“El Padre Juan Barraza de la parroquia San Vicente de Pául nos propuso a una religiosa que vivió muchos años en Caldera y que atendía los partos, que traía vida. Entonces, le pusimos este nombre al centro, en el sentido de poder dar vida a las personas que muchas veces por distintas razones tienen consumos problemáticos de alcohol y otras drogas”, comentó el presidente de la Fundación Despertar, Jorge Alfaro Colmans.
El centro Madre Victoria comenzó con 12 planes (cupos) mensuales, en el año 2013 aumentó a 16, en el 2018 a 20 y en la actualidad se atiende mensualmente a 24 personas mayores de 18 años.
Desde su creación, el programa de tratamiento ha sido clave en la recuperación de personas con consumo problemático de drogas y/o alcohol en Caldera, consolidando un enfoque humano que se ha fortalecido con los años. “Ellas (el equipo) son muy acogedoras y flexibles. Gracias a que agendaban las atenciones en mi hora de colación, porque yo trabajo, pude hacer mi tratamiento. Cuando veo a alguien que me pide ayuda le digo ‘si tú quieres cambiar anda al Madre Victoria’. Siempre lo recomiendo”, comenta una usuaria recién egresada del programa.