img_9543Cuando como sociedad nos centramos en el YO, te acostumbras a pensar en ti como ser primordial, incluso postergando a la propia familia, es entonces cuando pierdes los límites. La independencia, autonomía y conectividad inmediata que hoy tenemos, no pareciera ser concordante con las relaciones personales ni sociales, pero hablo del “face to face”, no de las anónimas redes que brillan, pero oscurecen en contenido y afectos.

Una de cada dos personas en la región consumió alcohol el último mes, eso ya lo advertimos  a través de los medios, pero qué más podemos hacer? El alcohol está normalizado y pareciera que siempre existe una buena razón para beber.

Tenemos varios fines  de semana largos por venir, entonces, ahora más que nunca necesitamos personas coherentes entre el decir y hacer; no digas que eres responsable, practícalo en el trabajo, en tu familia y también al conducir. No desafíes la suerte ni la autoridad, la vida es corta, frágil y demasiado valiosa para perderla  por no cuidar tus límites al beber.

Como SENDA queremos reforzar la idea de que somos parte de algo mucho más grande, donde cada una de nuestras acciones puede influir en la dinámica y vida del otro, es ahí, donde no podemos perdernos, ahí está la humanización que nos hace diferentes y mejores.

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