ToleranciaProceso neuroadaptativo que consiste en la necesidad de aumentar las dosis de sustancias, para conseguir los efectos que antes se obtenía con menor cantidad, en una persona que ha desarrollado una dependencia o que al consumir la misma cantidad de sustancia no se obtienen los efectos esperados de la ocasión anterior.Tráfico de drogasEl tráfico de drogas es un delito tipificado y sancionado en la Ley 20.000, a través del cual se prohíbe el comercio ilícito de sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas. En un sentido estricto, el tráfico implica el desplazamiento de la droga de una mano a otra, a cualquier título, esto es, a través de una venta, donación, préstamo, etc. En un sentido amplio, se entiende que trafica todo aquel que importa, exporta, transporta, adquiere, transfiere, posee, suministra, guarda o porta consigo tales sustancias o las materias primas que sirven para obtenerlas, sin la debida autorización.Tranquilizantes (Depresores)Sustancias sicoactivas con efectos depresógenos.Tratamiento de sustituciónSe refiere a la prescripción de sustancias de reemplazo como la metadona y la buprenorfina, con fines de mantenimiento, a las personas con dependencia de opioides y así disminuir los riesgos de de mayores problemas de salud. Con frecuencia se administra un tratamiento de mantenimiento a personas que reiteradamente han fracasado en programas libres de drogas. La sustancia de sustitución se administra en dosis adecuadas y estables durante varios meses y, en ciertos casos, durante años.Tratamiento intrapenitenciarioSe trata de un proceso sistemático de mediano y largo plazo, cuyo objetivo es la modificación de conductas que inciden en la génesis y desarrollo de los actos delictuales que impidan su reiteración, conjuntamente con la preparación del individuo para facilitar su reinserción social.Tratamiento y rehabilitaciónHace referencia al proceso de intervención dirigido a la superación de los problemas de abuso y/o dependencia a las drogas, que incluye el desarrollo de un conjunto de acciones de carácter sanitario, psicológico, social, ocupacional y educativo, tanto a nivel individual como grupal y familiar. Los procesos de rehabilitación de las drogodependencias se instrumentalizan a través de una variada gama de opciones terapéuticas y de recursos asistenciales.Tribunales de tratamiento de drogasEs un programa o procedimiento penal alternativo dentro del sistema de justicia. Está dirigido a infractores cuyos delitos están relacionados con consumo problemático de drogas. Su función principal es facilitar el tratamiento a través de sanciones e incentivos, que fomenten el cambio y la adherencia del participante. Es una metodología de trabajo, probada y replicable, no un tribunal especial ni jueces de dedicación exclusiva. Requiere de metodología específica, para todos los intervinientes, especialmente jueces, fiscales y defensores.Uso de drogasPor uso de una droga se entiende el consumo de una sustancia que no produce consecuencias negativas en el individuo. Este tipo de consumo es el más habitual cuando se usa una droga de forma esporádica. El abuso se da cuando hay un uso continuado a pesar de las consecuencias negativas derivadas del mismo. No obstante que el uso de drogas siempre contribuye en el aumento del riesgo de la salud de la persona. (Becoña, pg 47).Uso indebido de drogasEl término Uso Indebido de Drogas ha sido cuestionado debido a que involucra juicios de valor e inserta un componente moral a la conducta que para efectos de los estudios epidemiológicos resulta problemático. Sin perjuicio de lo anterior, es una expresión ampliamente usada que sirve para designar un conjunto de conductas relacionadas con el uso de drogas que puede ser útil distinguir para analizar el problema desde otras perspectivas. De acuerdo a lo anterior, se distinguen las siguientes categorías de uso indebido:

  • Uso excesivo: se refiere a la ingesta de cantidades grandes de droga en un momento dado (consumo frecuente o intoxicaciones).
  • Uso inoportuno: tiene relación con el contexto de la ingestión: lugar de trabajo, lugares públicos, escuelas y actos sociales.
  • Uso por Personas no Autorizadas Socialmente: por ejemplo, niños, mujeres, grupos religiosos y étnicos.
  • Uso por Personas Especialmente Vulnerables: es decir, por personas propensas a sufrir consecuencias adversas, por ejemplo, personas con predisposición genética, con trastornos de la personalidad, o enfermedades mentales propiamente tales. Uso Regular: por personas que hayan sufrido consecuencias adversas, físicas, sociales o psicológicas.

Como se puede apreciar el uso indebido y el abuso de drogas no se definen exclusivamente a partir de criterios de cantidad (dosis, frecuencia) aún cuando éste es un importante componente. Tampoco se establecen criterios absolutos, comunes para todas las drogas y sociedades, es decir, involucra un componente de relativismo cultural ya que cada sociedad define sus propias pautas de uso.

En resumen, los siguientes elementos o criterios serían los más importantes para determinar qué es uso indebido de drogas:

  • Cantidad y frecuencia: Independiente del tipo de droga de que se trate, para cada tipo de droga existe una cierta dosis y frecuencia de consumo que es dañina. Es más, el uso de cualquier droga implica siempre un riesgo por sus efectos adversos para el individuo, su estado la salud, incluido el riesgo de dependencia, deterioro psicológico y de conducta del consumidor y de su actividad social.
  • Status legal: Considerando que existen drogas legales e ilegales, bajo este criterio debería calificarse como uso indebido el consumo de cualquier sustancia ilegal.
  • Pautas sociales: Muy relacionado con el criterio anterior, se debe reconocer que toda sociedad define la pautas y formas de consumo de drogas que son aceptadas, incluido el status legal de éstas. Respecto de las drogas aceptadas socialmente, debe reconocerse que cada sociedad define las pautas adecuadas de uso, ya sea en un contexto terapéutico, ritual, ceremonial, etc. De acuerdo a el, la sociedad define en qué situaciones o contextos es apropiado usar ciertas sustancias, quiénes pueden usarlas, en qué cantidades, etc. Así, por ejemplo, el uso de alcohol, que es una sustancia aceptada socialmente, está restringido a ciertas ocasiones y a ciertas personas.
  • Salud: Otro criterio, que se entrecruza, es el criterio médico. Bajo el debe señalarse que existen los fármacos, que son drogas que tienen un uso terapéutico; es decir, sustancias que son empleadas para el tratamiento de distintas enfermedades. En tal sentido, el uso de cualquiera de esas sustancias fuera de la situación de tratamiento, debe ser considerado consumo indebido o abuso. Está también el riesgo de dependencia y el consumo dañino, asociado a la existencia de enfermedades que pueden agravarse producto del consumo. El uso médico-terapéutico se basa, en definitiva, en la evaluación de la relación costo/beneficio que involucra su empleo.
  • Riesgo: Otro criterio que debe ser empleado al tratar de identificar y definir el consumo indebido es identificar el riesgo involucrado en el consumo. Así, por ejemplo, aún el consumo moderado de alcohol puede involucrar un riesgo para la persona por accidentes. Esto es particularmente importante en el ámbito laboral, especialmente, en ocupaciones que involucran riesgo de daño personal, daños a terceros o de siniestros, baja en la productividad, etc. Al respecto, se ha destacado el fenómeno de la paradoja del beber moderado, que explica la mayor parte de los accidentes laborales asociados al consumo de alcohol.
  • Motivaciones: Existe una amplia gama de motivaciones que originan el uso indebido de drogas (UID) y la dependencia. Aparte de las que se relacionan con propósitos de estimulación o similares, una de ellas es la automedicación para enfrentar diversas dolencias o situaciones, entre otras, stress, exigencias laborales (horario, rendimiento), insomnio, obesidad, y el uso recurrente del alcohol con propósitos de relajación o para enfrentar situaciones de stress.

A partir de estos elementos podemos, entonces, reconocer que existen distintos tipos de consumo de drogas, entre otros, el uso social, tradicional, terapéutico, ceremonial, ritual, religioso, etc. (ver DROGAS: Conceptos Básico y Herramientas para la Prevención)VerificadoresConjunto de variables que sirven al propósito de comprobar el logro o cumplimiento de determinados objetivos en distintos niveles, en lenguaje del marco lógico: fin, propósitos, metas, productos, actividades.VulnerabilidadDentro de la vulnerabilidad se debe diferenciar la vulnerabilidad personal, que puede ser biológica y/o sicológicafamiliarcultural y social. Vulnerabilidad y riesgo son conceptos empleados en conjunto y, frecuentemente, como sinónimos, sin embargo resulta útil hacer la distinción entre ambos.

La vulnerabilidad hace referencia a la probabilidad que un individuo, un grupo o una población está más expuesto a sufrir las consecuencias negativas ante determinados eventos. En nuestro caso se asocia al consumo de drogas, es decir, un individuo, o un grupo es vulnerable cuando tiene mayores posibilidades de experimentar problemas derivados del consumo de drogas. (Ver Riesgo). En el quehacer institucional la vulnerabilidad social es la que mayormente se vincula y se entenderá como la situación de desprotección social, de inseguridad e indefensión en las condiciones de vida de las personas o grupos de personas (MIDEPLAN).

Los individuos carentes o débiles en cuanto capacidades y recursos personales para enfrentar un cambio socioeconómico, por ejemplo, son personas en vulnerabilidad social. Los adultos mayores en situación de abandono o los jóvenes que viven en territorios de alta concentración de delitos y tráfico de drogas, son dos grupos, que por distintas razones, se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Los primeros en cuanto a las condiciones de salud, mientras que el segundo grupo es más vulnerable frente al consumo de drogas.
El concepto, por lo tanto, es un recurso para definir el carácter y destino de las políticas públicas en diferentes ámbitos.