Jóvenes en proceso de rehabilitación comparten su experiencia con alumnas del Liceo Gabriela Mistral

 

 

La Agrupación de Amigos del Buen Samaritano fue una de las veinte instituciones beneficiadas con los Fondos Concursables SENDA 2013, quienes presentaron la iniciativa “Ayudándome y ayudando a prevenir”, en la cual jóvenes que se encuentran debilitándose de su adicción a las drogas, entregaron charlas preventivas a alumnas del Liceo Gabriela Mistral de La Serena.

 

Se trata de una enriquecedora experiencia tanto para las beneficiarias como para los dos usuarios del centro de tratamiento residencial El Buen Samaritano, quienes relataron que en un comienzo “sentimos mucho temor, pero pronto generamos mucha empatía y comunicación. Contar mi experiencia de rehabilitación me fortalece y mis palabras se han ido cobrando más fuerza. Me he sentido capaz de conversar con ellas para explicarles que el camino de la rehabilitación no es bueno. Me quedo muy conforme sabiendo que gran parte de las vivencias ellas las internalizaron y comprendieron lo duro que es consumir drogas, tanto para uno como para quienes forman parte del entorno de un adicto”, explicó Jacob Ortiz.

 

César Altamirano, Gestor de Redes de la Comunidad Terapéutica El Buen Samaritano, indicó que desde hace algunos meses han venido gestando diversos proyectos, varios de ellos con excelentes resultados, “lo que hoy nos permite, por ejemplo, tener un gimnasio. Respecto al proyecto presentado a SENDA, fue muy reconfortante saber que este proyecto tuvo una excelente evaluación desde sus inicios, lo que se refleja en la opinión de las propias alumnas”.

 

Para la directora regional de SENDA, Andrea Velásquez, la intervención realizada a través de este proyecto, “viene a ratificar la importancia de entregar recursos para implementar proyectos que nacen desde la propia comunidad, con necesidades y objetivos que ellos mismos han detectado y que saben mejor que nadie cómo enfocar los esfuerzos en esa materia. Estamos muy orgullosos del nivel de efectividad de todas las iniciativas preventivas implementadas a la fecha”.

 

La rol de la familia

La  metodología se basó en el trabajo vivencial, con dos usuarios que estuvieron en cada una de las sesiones, entregando sus experiencias: cómo llegaron a generar dependencia de las drogas, el impacto para sus familias, así como también su estadía en la comunidad terapéutica donde hoy viven con éxito su rehabilitación.

Otro aspecto destacable de este proyecto, es que contó con el apoyo y participación de la madre de un usuario de la Comunidad Terapéutica, María Aguirre, quien les relató a las muchachas la dura experiencia que ha significado ayudar a su hijo a rehabilitarse. “Uno se hace más humano cuando se pone en el lugar del otro. Para mí no ha sido fácil, pues me significó volver al pasado. Valoro mucho esta iniciativa, pues padres e hijos necesitan mucha información para hacer prevención. No tenemos las verdades absolutas”, relata.

 

 

 

 

 

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