Inauguran primer centro residencial para atención de mujeres en Coquimbo

Abrió sus puertas en abril y ya cuenta con nueve usuarias en etapa de rehabilitación. Se trata del centro de tratamiento “Delaia”, que atiende de manera exclusiva a mujeres, ofreciéndoles residencia y terapia a personas que por diferentes motivos enfrentan consumo problemático de alcohol y otras drogas.

Con una flamante presentación artística de las usuarias que lo integran, este centro que es financiado por SENDA fue inaugurado en presencia de los distintos actores que forman parte de las redes de tratamiento en la Región de Coquimbo.

“Estamos felices de inaugurar el centro Delaia, pues es el primero en atender de manera residencial a mujeres en la región. Con esto el Gobierno de Chile está cumpliendo con una deuda que tenía con mujeres que, por diferentes motivos, han caído en adicción. Estas usuarias llevan cuatro meses de tratamiento y ya podemos ver sus primeros logros, lo que nos pone muy contentos como institución a cargo de financiar los planes de tratamiento”, indicó la directora regional de SENDA, Andrea Velásquez Teillier.

La directora explicó que este centro trabaja de manera cercana con la familia de las usuarias, haciéndolas jugar un rol importante en su proceso de rehabilitación. “Sus familias las pueden visitar permanentemente, incluso celebran los cumpleaños de sus hijos, el día de la madre y otras fechas emblemáticas. Ellas además del tratamiento y de la terapia en sí, que es un proceso en ocasiones complejo, ellas tienen instancias de esparcimiento y felicidad para compartir con sus familias”.

La rehabilitación es posible

Vanessa Molina tiene 4 hijos, tres de ellos al cuidado de su esposo, a quien agradece la muestra de amor y de apoyo que día a día tiene con ella, lo que le permite vivir su proceso de rehabilitación de manera residencial y con la atención de un equipo de profesionales que le han cambiado su visión de vida y la han apoyado en todo este proceso.

«Tras ocultarle a mi pareja durante 8 años que consumía pasta base, decidí dejar atrás 18 años de consumo, en los que me olvidé de mi vida, de sonreír, de vivir. Intenté suicidarme tres veces y hoy por algo estoy aquí. Después de 18 años de consumo estoy saliendo adelante con la ayuda de dios y de un equipo de profesionales maravilloso. Yo les digo a las mujeres que la rehabilitación es posible. Hay que buscar el lugar adecuado. Yo lo encontré, este es mi casa, este es mi lugar”, asegura Vanessa.

 

 

 

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