Comunidad regional dialoga sobre drogas, alcohol y tabaco

En dependencias de la Universidad Santo Tomás de Valdivia, se llevó a cabo el primer dialogo ciudadano de la Región de Los Ríos, organizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), cuyo objetivo era discutir algunos aspectos de las estrategias de prevención de consumo de drogas y alcohol en la comunidad, que serán incluidas en el diseño de su Estrategia Nacional 2015-2025.

Dicha jornada convocó a más de cien personas de los diversos ámbitos de la sociedad, tales como funcionarios públicos, juntas de vecinos, adultos mayores, empresas privadas, asociaciones gremiales, establecimientos educacionales, policías, entre otros.

Ervinzon Gallardo, coordinador regional de Senda, precisó que “la idea de esta actividad era establecer espacios de conversación entre la sociedad civil y las autoridades, con el objeto de buscar las mejores intervenciones para evitar o retrasar el inicio del consumo de drogas, alcohol y tabaco en la población».

«Asimismo, estos diálogos ciudadanos nacen en el marco de los lineamientos de la presidenta Michelle Bachelet de establecer en cada institución pública la creación de unidades de Participación Ciudadana, órganos que tendrán como principal función el disponer las medidas administrativas necesarias para asegurar la efectividad de los diversos mecanismos de participación ciudadana”, recalcó.

Entre los objetivos planteados, estaba analizar grupalmente preguntas orientadas a las estrategias y/o actividades preventivas, sociabilizar experiencias territoriales y comunitarias y fortalecer el trabajo intersectorial para mejorar la calidad de vida y las acciones preventivas.

Asimismo, la autoridad de Senda realizó una presentación con los datos regionales del Décimo Estudio Escolar de Drogas 2013, lanzado en junio de este año y que mostró cifras alarmantes en nuestra región, tales como aumento en el consumo de marihuana, dada la mayor cantidad de oferta de este tipo de sustancia y a la despenalización social, bajó la percepción del riesgo frente a consumir cannabis.

Los reportes de llegan a un 26,9%, con una variación significativa de 14,1 puntos porcentuales respecto del estudio 2011. Por su parte, la prevalencia regional de consumo de cocaína total en el último año es de 5,9%, lo que se traduce en un aumento significativo respecto al estudio anterior de 4,3 puntos porcentuales (1,6% en 2011), situándonos por sobre la media nacional (4,8% en 2013).

El consumo de drogas es un problema social y de salud pública que afecta principalmente a los sectores juveniles más vulnerables. Por tanto, resulta necesario reforzar los programas de prevención universal y selectiva tanto a nivel local como escolar, familiar y laboral, privilegiando la perspectiva territorial y comunitaria.

Las políticas de prevención deben ser integrales y multisectoriales y considerar una coordinación especial con las diversas políticas sociales, culturales y deportivas. Las políticas de tratamiento y rehabilitación por trastornos por consumo de drogas deben estar fundamentalmente dirigidas a recuperar el bienestar, la salud y la calidad de vida de las personas, teniendo en cuenta su etapa vital, sus características sicológicas y el entorno social.

Las políticas de integración social de los consumidores de riesgo y problemático son fundamentales en tanto un porcentaje muy alto de ellos no están integrados a la sociedad y sufren la exclusión social. Sin este tipo de políticas, queda inconcluso el sistema de recuperación.

Los participantes concluyeron una serie de propuestas que serán sistematizadas y enviadas al nivel central, lo que será incluido en la Estrategia de Senda para la próxima década. Dentro de estas opiniones se puede destacar que la prevención debe ser tomada desde la primera infancia, en las familias y en los establecimientos educacionales, que son los lugares donde los niños permanecen gran parte de su tiempo.

Por otro lado, se enfatizó en la realización de mayores actividades recreativas y preventivas, que les permitan a los jóvenes ocupar su tiempo libre en acciones más lúdicas y sanas. Asimismo, se solicitó una mayor capacitación a los docentes, padres y apoderados, para que estos puedan entregar a los jóvenes habilidades preventivas, entre otras.

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