Muchas familias disfrutan de la Navidad, sin embargo para algunos hogares, está será una Noche Buena distinta, porque han recuperado a un ser querido gracias al esfuerzo y profesionalismo de los centros de Tratamiento que son financiados por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda Atacama.

En total son $1.094.497.536 los montos que durante este año se ha suministrado a distintas fundaciones que tienen a su cargo los 15 centros de tratamiento de la región, montos que se dividen en $546.827.616 para tratamiento en población general y $547.669.920 en población adolescentes.

“Esta fuerte inversión que se utiliza en favor de recuperar más atacameños y atacameñas es el reflejo del esfuerzo que tiene el gobierno de la Presidenta Bachelet por trabajar en la calidad de vida de los chilenos y chilenas. Cada alta,  es la felicidad más grande para una familia y es para eso que cada día, todos los funcionarios y funcionarias de los distintos centros de tratamiento, trabajan con mucho ahínco y dedicación”, sostuvo la directora del Senda regional, Martha Palma.

Positivos Resultados
En Caldera, el centro de tratamiento Madre Victoria, y en Copiapó, Monseñor Fernando Ariztia, realizaron sus respectivas ceremonias de altas terapéuticas dando cuenta de los logros obtenidos en la recuperación, de madres, padres, hijos, hijas y abuelos o abuelas, que fueron parte de sus cuidados.

Emoción, llanto, alegría y el reencuentro con sus familias, marcaron ambos actos, donde los testimonios y agradecimientos fueron parte de los homenajes.

“Estoy muy emocionada, quiero darles las gracias por todo lo que pasó con mi hijo, es muy difícil. Yo lloro de alegría, de felicidad, porque conseguí lo que quería, que mi hijo este bien, gracias a ustedes “, señaló una de las madres de los adolescentes que fue recuperado, en el centro que lleva por nombre al recordado obispo de Copiapó.

Ambos centros de tratamiento, pertenecen a la fundación Despertar y en el caso del centro de tratamiento, Madre Victoria de Caldera, atiende a personas mayores de 20 años que presentan un consumo moderado a severo.

En esta ceremonia, los egresados, hablaron de su experiencia vivida. “Estaba en la playa botado, y la coordinadora del Senda Previene de Caldera, me encontró y me trajo para acá y aquí me recibieron con los brazos abiertos. Yo había perdido todo, familia, señora e hijos, trabajo y después de un año me siento recuperado”.

Para Patricio Escobar, director del centro Monseñor Fernando Ariztia y Valeria Alfaro directora del centro María Victoria, señalaron que estas ceremonias son el fruto del trabajo realizado y no hacen más que dar alegría porque es la culminación de un proceso exitoso.

Sin duda que para todos los egresados, esta será una Navidad con un sabor muy distinto, al tener sentados en la mesa, a un recuperado familiar, quizás el regalo más preciado que se puede recibir en esta fecha especial.

 

 

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